¿Campus Deportivo o Guardería?

En verano, es común ver multitud de niños y adolescentes asistir a campus deportivos de diversos deportes específicos, multideporte o incluso específicos de su demarcación en la competición (campus para porteros de fútbol por ejemplo). Es un mercado dónde se compite por la asistencia de jóvenes deportistas que quieren pasar el verano en compañía de sus amigos y practicar ese deporte. En este mercado de oferta de campus veraniegos deportivos cómo usuario, uno puede apreciar que la amplia mayoría de estos eventos ofrecen las mismas cosas, por lo que muchas veces lo que determina la elección del campus es puramente del niño “porque van sus amigos”.

Cuando uno mira campus de deportes “minoritarios” (en fichas federativas, no en importancia) la poca oferta de estos campus hace que la experiencia sea positiva, dado que siguen practicando ese deporte y, por tanto, mejoran y aprenden de entrenadores o monitores comprometidos (dado que por el dinero es muy probable que no lo hagan). Es quizás en Baloncesto y en Fútbol dónde más oferta de campus veraniegos hay, excluyendo los campus multideporte asociados normalmente a zonas geográficas, municipios, etc. En esta oferta, acabas por entender que palabras cómo tecnificación tienen la misma función que palabras para coaching, es decir, que se utilizan para todo y que están tan “manoseadas” que cualquier cosa puede ser llamada así.

La verdad es que es un grave problema el mal uso que ha recibido la palabra tecnificación, la cual significa o debería significar que en tareas de grupos bastante reducidos un técnico con experiencia teórica y práctica (sabe hacer las demostraciones pertinentes) se dispone a rectificar gestos técnicos y a mejorar su ejecución y el resultado de estos gestos invirtiendo un tiempo de forma personalizada en estos jugadores. Este era el significado de tecnificación cuando de verdad se ejercía tal trabajo. Por ello, da gusto ver campus que van destinados a posiciones específicas del juego o a funciones del juego concretas, es el camino más claro desde el usuario que compra el campus hacia lo que voy a trabajar en el campus.

Charla en Campus Escuela de Fútbol Campusesport

Me gustaría tomar cómo ejemplo el fútbol, no por preferencia, sino por mi experiencia también cómo técnico. A través de este artículo pretendo reorientar el enfoque a la hora de apuntar a los niños a un campus así cómo dar pie a la reflexión psicológica de cómo se ofertan.

Tipos de Campus (bajo el criterio: utilidad del trabajo realizado)

  • Guardería: en este tipo de eventos veraniegos, se practica fútbol, sí, pero no persigue ningún objetivo concreto a nivel deportivo. Normalmente son campus de baja difusión (aunque no tiene porqué) dónde el objetivo más importante es que los niños estén atendidos y lo pasen bien. Los monitores realizan tareas que realizan habitualmente en sus equipos, así cómo juegos y tareas lúdicas para que haya un buen ambiente. Si trabajas en verano y tu hijo ama el fútbol, búscale algo mejor.
  • Guardería Pro-RRSS: este tipo normalmente es como el anterior aunque con un éxito de ventas. Tienen una buena difusión en redes sociales y buenas estrategias de marketing. En estas guarderías de verano dan a entender que tu hijo va a ser mejor jugador, únicamente por estar en su campus o porque asisten tantos jugadores profesionales invitados. Además, hay numerosas publicaciones de años anteriores en internet dónde se puede apreciar lo bien que lo pasan los niños y cómo sortean unas botas firmadas por un jugador profesional. Estos eventos tienen un número bastante grande de asistentes por lo que tienen un potencial socializador para los niños. Pese a que sigue siendo una guardería veraniega, hay que reconocer que tienen un buen trabajo lúdico y aunque los asistentes si mejoran es por la simple práctica, tienen posibilidad de hacer buenas amistades. La utilidad psicológica no es deportiva en sí, pero puede ser muy positiva para los niños que necesitan hacer nuevas amistades y ampliar su abanico social.
  • Metodológico: en estos, el reclamo es que los asistentes trabajan en base a una metodología de entrenamiento específica. Aunque suelen tener algún invitado de reclamo, sponsors importantes y posiblemente buen sustento en redes sociales, intentan no constituir guarderías, de hecho muchos intentan evitar la palabra tecnificación para distinguirse. A nivel psicológico, partimos que la intención es trabajar en el deporte que esos niños aman y sin dejar de trabajar se aseguran socializar y disfrutar. El problema es que muchas veces pretenden ser algo que finalmente no consiguen, la proporción de niños por monitor acaba siendo alta y dificulta la personalización de las correcciones. Así mismo, al contener una metodología de entrenamiento concreta y que persigue unos objetivos deportivos, muchas veces no existe sincronización de esos objetivos con las cualidades de los asistentes, pudiendo potenciar quizás otros aspectos, aunque no los aspectos clave de muchos jugadores. Si el objetivo es mejorar, aun no hemos llegado, pero por lo menos te aseguras trabajar bien.
  • Entrenar y Extras: estos son campus dónde la base de entrenamiento puede ser de cualquiera de los tres tipos anteriores, pero que mejoran la oferta con la incorporación de otros aprendizajes que son bastante interesantes y de interés para cualquier familia. Incorporan técnicos que vienen a trabajar algo específico, los visita algún nutricionista, un psicólogo deportivo, hacen algún taller de inglés, etc. El valor pues de esta oferta muchas veces se traduce en lo útil que son esos extras, convirtiéndose en una interesante alternativa cuando se combina un campus metodológico con extras de este tipo, dado que si el trabajo es serio y consiguen ser lo que quieren, es el camino para convertirse en la gran opción.
  • Campus Contrastados: son aquellos que posiblemente no encuentres en tu autonomía y debas viajar al lugar específico dónde se realiza, son organizaciones potentes dónde los niños están a cargo de entrenadores-formadores de buenas canteras del panorama español y que más allá de entrenar, dedican una parte específica para el aprendizaje de golpeos, gestos técnicos mediante trabajo analítico por parejas. Además cuentan con la visita de varios futbolistas de panorama mundial e incorporan extras, además de la experiencia de alojamiento, por lo que los niños se envuelven en una experiencia 24h. Uno de los más conocidos en España es el NikeCamp de fútbol y baloncesto que se realiza en Andorra y dónde muchos jugadores viajan para vivir una semana intensa. Cómo jugador tuve el placer de disfrutarlo 2 ediciones dónde aprendí muchos conceptos tanto técnicos cómo tácticos. A nivel psicológico, lo más importante de estas experiencias es sentirte más competente en base a los conceptos aprendidos, y es más importante si cabe salir de ahí con la intención de integrarlos y practicarlos.
  • Campus Funcionales: son de los que menos se pueden encontrar y que menos se ofertan. Suelen ser de corta duración, quizás más conocidos cómo jornadas de perfeccionamiento, constan de técnicos perfil formador que gestionan grupos reducidos de participantes y que elaboran tareas simples y analíticas para la corrección de aspectos técnicos y su optimización. El aspecto lúdico pasa a segundo plano, dado que el objetivo es captar a través de lo aprendido y de lo mejorado practicando el deporte que les gusta a los niños. No son guarderías, de hecho, puede que no ocupen un horario suficientemente extenso para cubrir el horario laboral de los padres, y, si lo hacen, es añadiendo sesiones teóricas formativas y descansos.
Charla Campus Pollença Basket

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Tras esta explicación breve sobre las funcionalidades de los campus deportivos, me gustaría lanzar una serie de reflexiones a padres, madres o familiares que, en verano o en periodo vacacional, invierten su dinero en la felicidad de sus hijos con la asistencia a estos eventos y deben elegir entre todos ellos:

  • Vuestro hijo o hija, ¿tiene tendencia a ser conservador o abierto? Es decir, si valora los campus en función de si conoce los que dirigen el campus (entrenadores conocidos o del club), de si sus compañeros de equipo van a ir o amigos del colegio o instituto (seguridad de estar entre allegados) o si ya ha asistido otros años (ya conoce el funcionamiento), sería un criterio conservador y que asegura al jugador su seguridad emocional y social. Por otra parte, si valora la experiencia por opiniones, los extras o invitados que van o por lo que le puede aportar individualmente cómo jugador tendría una tendencia abierta a nivel socio-emocional.
  • Es importante promover el abanico social de los niños, por lo que a nivel familiar, siempre que sea posible, debemos intentar promover una visión abierta en estos ámbitos. Al tratarse de deporte, es altamente probable que se relacionen y obtengan nuevas relaciones y amistades, por lo que estaríamos promoviendo ciertos valores y experiencias que en un campus dónde conocen ya a todo el mundo no practicarían.
  • “El niño es el que decide”. Debemos hacer muy partícipe al jugador de la elección sobre el campus dónde ir, pero como progenitores hay que hacer un ejercicio de criba previo, en donde hayamos descartado opciones que no persigan un avance funcional en el joven, así evitamos las guarderías enmascaradas. Una vez hecho la criba, es buena manera dejar tres opciones al jugador o jugadora entre los que elegir, evidentemente, podemos asumir el precio y las fechas/horarios, por ello hemos hecho la criba. Una vez ahí, es importante que, dentro de lo posible, nos aseguremos tres opciones que a nivel funcional sean aceptables, es decir, permitan dar una progresión al jugador.
Formación a Técnicos: I Jornada Kárate Balear

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Así mismo y para concluir quiero dar una orientación psicológica a las organizaciones de campus deportivos y a los técnicos que las conforman:

  • Una necesidad psicológica es aquello que las personas de forma consciente o inconsciente buscamos en las cosas que hacemos o en otras personas. En este sentido, es importante hacer una distinción en cuanto a realizar un campus deportivo; podemos montarlos en función de lo que queremos obtener (ingresos, difusión de un club, captación de nuevos jugadores, etc.), en función de lo que queremos ofrecer (metodología diferente, experiencias divertidas, entrenadores de renombre, visitas de famosos, extras formativos, etc.) y en función de las necesidades psicológicas de la población objetivo (necesidad de entretenerse, de hacer amistades, de mejorar, de sentirse competente, de sentirse único o afortunado, etc.).
  • Mediante estas tres vías, quizás podríamos llegar a ofertar el mismo tipo de campus, aunque sería difícil. Al proponer este tipo de eventos debemos primero enfocar la vía por la que trabajaremos en el campus: obtener provecho, ofertar servicios o generar soluciones.
  • Si orientamos el campus en generar soluciones a las necesidades psicológicas nos podemos encontrar con grandes provechos y con un servicio altamente demandado, aunque esto no tiene porqué ocurrir de igual forma si nos enfocamos por las otras vías.
  • Me gustaría invitar a reenfocarse en esta tercera vía a la hora de elaborar los programas de estos campus. Elaborad una lista de las necesidades que tienen la mayoría de niños de las edades a las que os dirigís, en base a eso, elegid la cantidad de necesidades que creáis que podéis solventar (no vender humo es importante). Tras eso, escoged los monitores o técnicos dispuestos y capacitados para realizar las funciones que puedan solventar esas necesidades y elaborad una línea de marketing dónde centréis la atención del público en lo importante (las necesidades) al margen de los extras que queráis añadir. Debéis tener previsión de crecimiento, si el funcionamiento del campus permite crecer o el reclamo se incrementa es importante estudiar cómo podéis crecer sin descuidar lo más importante, cubrir esas mismas necesidades.

Un campus deportivo debe ser ambicioso. No en ingresos, no en pretender hacer más que los demás, sino en cubrir necesidades clave para sus participantes. Generar sentimiento de pertenencia, fidelidad y buenas críticas al mismo tiempo se consigue cuando le das al niño lo que necesita, que no es siempre lo que quiere (mejorar el pase con esfuerzo, en lugar de hacer un partido para pasarlo bien).

Así mismo, cada verano asisto a campus a dar formación en psicología deportiva, de lo cual siempre acabo muy agradecido y feliz, por lo que siempre que queráis añadir valor y cubrir una necesidad más quedo disponible para el campus que me necesite. Espero que tengáis buen verano.

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